Inspirado en la letra y el mensaje de “Todo lo bueno tarda” de AZ, este diseño es un recordatorio de que la constancia y el proceso valen la pena.
Un homenaje visual para quienes saben que lo auténtico se construye con paciencia, lucha y visión. Este producto captura esa energía tranquila pero firme, esa voz que te dice que no hay atajo para lo real.
Ideal para quienes viven con propósito, valoran el camino y no se rinden fácil. Porque sí, todo lo bueno tarda… pero siempre llega.